Tan importante, tan inevitable como el despertar del sol cada mañana, el percibir el aire diferente en cada lugar, cada espacio, cada momento, percibir el olor de la tierra húmeda… tal como eso es la importancia del color en nuestra vida.

Nuestra mirada sin la percepción de tales pigmentos captados en segundos por las distintas ondas que los generan, no captarían la misma esencia de las cosas como lo que ahora podemos almacenar en los polos de nuestra mente.

Es la fuerza, la pasión, el significado y muchas otras cosas más que hacen que los colores creen un gran significado en las cosas.

En mi mente, a mí alrededor, un mundo sin color simplemente es un mundo sin vida. Colores vivos, llamativos son los que hacen que las cosas sean más ricas en parte de su esencia.

Sonidos que traspasan las paredes de la piel para llegar al corazón y al alma...

Música que va más allá de lo que una simple nota puede significar, aunque algunas otras simplemente pasen por los pasillos de los oídos para volver a salir por la misma puerta, una canción es más que una palabra…

Con armonia, metrica, ritmo y sin fin de elementos que una melodía pueda contener, la magia es imprescindible en cada una de ellas. En diferentes perspectivas, dependiendo del genero y los sentimientos de cada quien, pero es inevitable que por lo menos una canción en nuestra vida ya tenga un recuerdo muy fuerte para nosotros, o al menos nos haga sentir algo.

Varían los gustos, los generos, la personalidad, pero, ¿quien ha vivido alguna vez sin escuchar tan solo un sonido en esta vida?

No podemos escuchar un minuto de silencio, ya que el más mínimo sonido siempre existirá, canciones de la naturaleza que podemos encontrar: los pájaros alegres al amanecer que expresan tal alegría con un gran sonido que al escucharlo simplemente hacen que apreciemos la existencia de todos ellos, el aire incluso tiene un sonido jamás igualado, imaginar la brisa del mar, para tan solo poder profundizar y estar en tal tranquilidad que tan solo con imaginarlo puede llenar nuestro espíritu de un sentimiento inigualable, nada como escuchar el sonido del piano y deleitar los odios para hacer reflexionar al alma con tal fuerza y sentimiento que un pianista pudiera tener, y así de cada músico de igual manera.

En fin de todo podemos encontrar un sonido, incluso en lo más simple que pudiera existir, teniendo la sensibilidad de una buena canción que traspase más allá de la piel, es cuando nosotros mismos podemos sentir la fortaleza de un sentimiento impregnado en una nota.

"El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles y cadenas..."

Franz Kafka

Por que una canción puede hacer incluso rodar una lagrima, hacer reír por algún recuerdo, ponernos a vibrar por tal fuerza e incluso llenarnos de adrenalina con algunos otros ritmos, les dejo esta fotografía.