Por la calle...con viento, con sol o sin sol , el día es bello sin importar el tiempo, ni las circunstancias, cuando alrededor lo que importa son las sonrisas que la gente transmite, las miradas pero sobre todo la buena vibra que te dan para saber que no hace falta más que saber que lo más importante de una persona es simplemente su personalidad tan peculiar y lo que hace diferentes a cada uno de nosotros…

No es el material la importancia que cobra en el cuerpo al llevarlo consigo todo el tiempo…Es el significado que cobra, lo que con el paso del tiempo se vuelve un elemento básico para recordar algo que quizá en algún momento no queremos olvidar o de la misma manera se transforme en un elemento más de nuestra rutina diaria.

A veces al preocuparnos tanto por ir viendo que vamos pisando, hacia dónde vamos, cual es el camino, cual es el destino, que está pasando o que queremos que pase, nos hace ciegos ante cosas que buscábamos y que por esa ceguera no nos dimos cuenta que estában tan cerca y que siempre estuvieron o están...

Así sucede cuando olvido mirar al cielo, y es entonces cuando recuerdo que es la inspiración para mi corazón y que no hace falta ir más allá del lugar en donde me encuentro, simplemente las circunstancias hacen que vea lo que por momentos no veía. Tal cual cómo olvidar mirar la forma de las nubes, el color del sol en distintas horas del día, observar la luna para pensar que quien yo quiero la está viendo al mismo instante o ponerle nombre a las estrellas y encontrar la forma de cada una de ellas, en fin, eso me hizo recordar esta fotografía…

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